Acerca de:

Las instituciones no nacen por generación espontánea. Son el reflejo de necesidades en una época y en un medio social determinado. Tratan de cubrir carencias específicas, de responder de modo concreto a las inquietudes y reclamos de la sociedad a la que pertenecen.

Las instituciones educativas se recortan de la sociedad global y se diferencian de otras por su especificidad y si bien deben modificarse adaptándose al tiempo histórico en el que viven, los cambios llevan siempre la marca de los orígenes, de su "contrato fundacional", el mandato social de distribuir saberes socialmente significativos.

En 1979 el INSTITUTO CEBA abrió sus puertas como CENTRO DE ESTUDIOS BACHILLERATO PARA ADULTOS en la calle Santa Rosa 140 de nuestra ciudad.

Sus fundadoras, Isabel Olañeta Echegaray y Sofía Bidinost (ya fallecida) se animaron a correr el riesgo de ofrecer, un nuevo plan para la educación del adulto de nivel medio. CEBA nace del análisis doloroso de una situación concreta: el fracaso de tantos que no pueden lograr su meta en los sistemas convencionales de educación, limitando, así, su inserción más plena en la sociedad.

En el año 1988, CEBA presenta ante las autoridades educativas de la provincia de Córdoba, un plan propio para el nivel medio de adultos. Este plan fue aprobado, con el decreto 3251/90 del Superior Gobierno de la Provincia, quedando incorporado a la enseñanza oficial. Desde entonces y hasta el año 2011 han egresado más de 1500 bachilleres.

Pero no fue éste el único desafío al que respondió la institución. Corre el año 1992 y son muchos los jóvenes y adultos que una vez terminado el secundario desean insertarse con un título superior en el mercado laboral.
Nuevamente CEBA es pionero dentro de la educación privada oficial. Se inicia la carrera terciaria de MARTILLERO Y CORREDOR PÚBLICO adoptando el plan de estudios vigente en el Colegio Nacional de Monserrat, dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba.
Por primera vez el Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia de Córdoba mediante el decreto 595/94, otorga el título de MARTILLERO Y CORREDOR PÚBLICO con validez nacional, por intermedio del Instituto CEBA. Desde 1993 a 2006 se han recibido 969 profesionales, de los cuales muchos ejercen la profesión en nuestra provincia y otros en provincias vecinas o lejanas.
La trayectoria y seriedad en el campo educativo, y la experiencia específica en la formación de profesionales, prestó el aval necesario y el reconocimiento para que en el año 1999 se firmara un Convenio con la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, por el cual, el Instituto, como sede de dicha Universidad, se transforma en la única institución en nuestra provincia que ofrece dentro de su oferta académica, la carrera de Corredor de Comercio y Martillero Público de Nivel Universitario, lo que ha contribuido a jerarquizar la profesión de Martilleros y Corredores.
También en 1999, el Instituto incorpora dentro de su oferta académica la carrera de Calígrafo Público Nacional y en marzo del 2008 la carrera de Grafólogo Público.

Nuevamente CEBA se ubica como una institución pionera en materia educativa, siendo la única que brinda estas tres carreras cortas, técnico-profesionales en Córdoba.

Fundación

1979

Misión

El Instituto CEBA es una organización educativa dedicada a la formación de jóvenes y adultos con el fin:

de completar sus estudios de nivel medio y puedan continuar cualquier tipo de estudios superiores;

y/o de que se inserten rápidamente en el mundo del trabajo mediante el acceso a carreras cortas que les permitan lograr un título superior técnico-profesional (no universitario).

Para ello, la institución brinda a los estudiantes una formación teórica-práctica que profundiza y desarrolla valores y competencias vinculadas con la elaboración de proyectos personales de vida y con la integración a la sociedad como personas responsables, éticas, creativas, emprendedoras y solidarias.

Ofrece, también, a sus alumnos y egresados, a través del Centro de Capacitación Continua, orientación en el amplio campo del mundo del trabajo, en la profesión que han elegido, fortaleciendo competencias que les permitan adaptarse flexiblemente a los cambios, mediante el desarrollo de sus capacidades permanentes de aprendizaje que favorezcan el desempeño en áreas ocupacionales específicas.